TOCAR EL CIELO

La vida quiero vivir,

volar, volar tan alto

que las nubes estén junto a mí

para poder alcanzarte

para poder estar junto a Ti.

Dar las gracias por existir

disponer de la alegría

reír, reír para compartir

esta algarabía que en mi pecho

el corazón no para de latir.

Y junto a Ti caminar,

hacer senderos con esta lujuria

que sembrada de delirios

me lleva a mundos lejanos,

revelando miles de historias

de cuerpos desnudos junto al mar,

de leyendas, y cuentos del amar.

Volver del revés el disfrutar

con la furia de la juventud,

con el envite de la plenitud

y el arte de saber, encontrar

que deshojar la margarita

es aceptar el don de la vida

para, juntos, el cielo tocar.

NAVIDAD, ÉPOCA DE AGRADECER

Se me olvida el alma

cuando tus palabras

reclaman a  mis oídos.

El abismo ha calado tanto

que ya no veo el fondo,

y tu rostro se me hace extraño,

casi no puedo verte 

porque el corazón 

ya no riega lo que antes,

por eso será, ¿será por eso?.

Lo peor es el frío, y tus manos . . .

siempre tendidas, siempre sucias,

tan  limpias . . . y vacías.

Me miras, ¿para verme o pedirme?

Yo no miro, ¿Para no verte, para no darte?

Y es que al pasar, incomodas, 

que la razón asiste al hombre

pero según mires, Tú no eres el pobre,

solo que te asiste el tesón del hambre.

Pobre pedigüeño, pobre harapiento,

Pobre persona, ¿Pobre persona?

¿Acaso eres Tú mi guardián?

¿Acaso oyes estas mis tripas,

este mi lamento, este mi frío,

este mi llanto que llevo por dentro?

¿O eres Tú, y en el espejo me reflejo?

Que del mirar para hacer patria

no significa ahorrar de la desgracia,

que la senda no es solo de uno 

que uno solo no hace camino,

solo pasa, para al final no dejar huella,

ni anhelos, deseos o limpias alpargatas.

Ahora un Euro te doy,

que con eso limpio mi alma hoy,

y  mañana . . . ¿Mañana?

Si, y si no lo pienso mucho 

tengo para casi toda la semana.

Aunque son tus ojos tan tristes,

solo ellos, los que me delatan;

clavaditos en el fondo de mi alma,

me la revuelven y atormentan

sin darme, ni ofrecerme calma.

Estas fechas son para agradecer y compartir la suerte que tenemos, no
son, a mi entender, días para desear, ni para nosotros, ni para los
demás, todo lo contrario, compartamos aquello que tenemos y los
deseos dejémoslos para los pobres, no se los quitemos, ni sus sueños
tampoco.
Solo con una mirada, a veces, es suficiente para alegrar la vida de ellos.
- los pobres-

Sé que parece un poco ñoño, pero hay una realidad que va más lejos

de todo lo que podamos pensar. 

FELIZ AÑO NUEVO,  FELIZ DÍA DE AGRADECER.

SIEMBRA

El amor va sembrando mi vida

tapando aquellos huecos

que dejaron las jóvenes locuras

y sigo, día a día,  trabajando

porque de firmes  ilusiones 

quiero allanar mi sendero.

Las piedras, con las que tropiezas,

voy apartando del descalzo piso

que tan despacio voy tendiendo

a tu lado, en tu pecho, en tu fino pelo.

Es un destino en dos unido;

ensamblando tu cuerpo, el mío

y los que fabricamos por el camino      

que a golpe de timón y mucho tino

vamos, todos juntos, de la mano unidos. 

A TU SON.

Los acordes de la guitarra

vibran en la armonía 

de unos dedos  gráciles

que van arrancando,

de amores, una melodía.

La escucho para hacerla mía,

para recorrer tu cuerpo,

para sentir como vibras,

como cierras, esos tus ojos negros.

Descubrir  como te dejas llevar 

por la coplilla que tarareas,

con la memoria de tus recuerdos,

con nuestros abrazos y besos,

y esos encuentros de pasión

que fundida en nuestra piel

dejamos las partituras

grabadas en luz de plata

de esa, nuestra cómplice luna,

que se nos mete en la almohada

con su carita sonrosada.

 acaba mi canción su tonada

casi rozando tu falda

para hacer juntos, 

del deseo, una copla, 

para ser, por nuestra guitarra,

en la eternidad recitada.

¿BLANCA? AZUL MURCIANO -tan profundo y humano-

Feliz no blanca navidad.

Azul como el cielo

es como yo la prefiero.

Azul como el mar

es como yo la quiero.

Azul como tus ojos

que me son traicioneros,

pillos y dicharacheros.

Feliz Navidad azul

que la noto más mía

más cálida y más cercana

a mi  amada Murcia,

que puesta de largo

ya la gran vía,

llena de música,

la esta esperando.

Que la Navidad Murcianica

es de cordiales tan rica

que los panochos

nos deleitamos

con tan buenas pitanzas

para llenar. de pésoles

tocinos y tan buenos jamones,

estas nuestras barrigas

que antes eran verdes

y ahora declaro azules,

pues si algo nos gusta

a los Murcianicos

son los torraos,  la fiesta

y los chupachules.

Os deseo una FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO, QUE SEA TAN
AZUL COMO EL MAR Y ESE CIELO QUE DIOS NOS REGALO EN ESTA
MI MURCIA QUE DESDE AHORA PASA A SER DE TODOS Y CADA UNO
DE VOSOTROS.

TIEMPO AL TIEMPO

Quedo mirando, sin mirar, al mar,

siento, descalzo,  que huella a huella

voy trazando un largo camino

lleno de luces y sombras,

añorando la juventud 

mirando la pubertad,

que tan rápido llegó

y aún más se alejó.

Todo lo que quise ser

todo, todo , todo,

en el tintero se quedó.

Ni tan siquiera las sombras,

esas en las que te resguardas

cuando miras atrás,

son capaces de dar luz.

Que si albergar esperanzas

es de corazones intrépidos

ser conscientes y vivir, te rompe,

hecho mil pedazos el cristal

para envolverte en la triste realidad.

Que los sueños entre brumas

son aspiraciones difusas,

y caminar, no es dejar el paso atrás,

es mirar hacia delante 

para la vida afrontar.

La vida y el paso del tiempo

van sembrando de tientos,

de intentos y revueltas, de cambios.

Revelándose muy dentro del alma

para dar luz a tus rincones

e ir salvando y enredando

la trazada, la línea , la recta.

Embaucándose de emociones

para que vuelvas a soñar.

Y entonces coges tus sueños,

los vuelves a tomar, y soñar.

sin mirar atrás, que las copas

vacías, se vuelven a llenar,

solo con la condición 

de otra añada, otro tiempo, 

otra época, es la que al vino

el carácter dará, dejándote

la sensación de que esta vez,

esta vez será, y si no, la de más allá.

Pero pasando va el tiempo, 

 y ya el paso no aprietas

solo dejas en lento caminar,

que de prisas, las sombras

coparon  las luces del tiempo

que ya no queda, que se ha ido,

y presa del pánico dejaste 

pendiente de un hilo,

de un solo hilo,

 un hilo solo. . .

SI ALGUNA VEZ . . .

Si alguna vez pensaste en mí

no solo como tu amigo y confidente.

Si alguna vez fuiste consciente

de ese amor que tenías enfrente.

Si alguna vez, en vez de adiós,

quisiste decirme quédate.

Si alguna vez, al quedarme

tu piel te reclamó no estar sola.

Si alguna vez, cuando sola quedaste

por miedo, llamarme no quisiste.

Si alguna vez tembló tu voz

al leer mis pensamientos.

Si al viento quisiste decírselo

y las palabras se llevó.

Lo que perdimos los dos,

ese gran amor, el tiempo reclamará

lo que por destino, será unido al final.

Que el tiempo, tarde o temprano,

en un remanso de nuestros caminos 

este amor, en encrucijada anudará.

¿OTRA VEZ? -crónica del poder-

Al fin quedará nada,

toda la lucha,

la rabia acumulada,

las trampas hechas

de ese momento,

de ese vivir incierto

de rabia oculta.

las lágrimas separan

suspiros, llantos,

mis ojos de tristeza,

porque del ser

todo está dicho,

y del volver a andar

todo lo escrito.

Los errores volver

a cometer,

volver a revivir

sin la memoria,

sin la figura

caída en el ayer.

Ser el poder.

Castigar y mandar,

solo mandar,

sin eximir razón.

Yugo, saciar,

solo exprimir,

dejar atrás la vida,

la paz matar.

Volver a desandar

correr, correr,

lo aprendido y vivido.

Del engañar,

un tropezar

de nuevo en el camino

surgir, nacer.

Cuando  abramos los ojos

nos, los veremos,

para andar, enseñarles

que con amor

la vida es viable.

Y que este desapego

solo hace fuego.

APRENDIZ

Contigo aprendí qué es el amor.

Me enseñaste que la piel tiene interior.

Me revelaste que la mirada

es poderosa hechicera.

Que un simple café, y tu sonrisa,

cautivan los sentidos, despacio,

sin ninguna prisa.

Instruiste mi cuerpo en el arte

del amor desnudo de intereses,

hecho de la calidez de esa marmita

antigua, de otros tiempos

donde convivir hierve
a fuego lento, a fuego lento. . .

Fuiste mi maestra, mi alumna,

pupila y compañera.

La vida me revelaste, esta vida

que plena compartimos, 

hecha de risas, miradas y anhelos.

Todo me fue regalado, 

todo me enseñaste, todo . . . y todo aprendí.

Y ahora que me dejas . . .

¿Qué va a ser de mí?

Quién, quién me va a enseñar,

como puedo en esta,  nuestra vida,

sobrevivir, si solo me enseñaste a vivir por ti.

EN - TIERRA - TE - CULPA - RE

El pecado atormenta mi alma

como el cilicio mortifica mi carne.

Sólo esta mi pena, aflige más.

Dejarme coger, no era parte del plan,

pero que podía hacer, sino consentir.

Hemos encendido el fuego,

y caldeado la gran marmita,

aquella que el destino olvidó.

Separar la carne de sus gelatinas

no es el rol que me tocaba jugar

pues la cesantía es la que acosa al ser,

de ahí que la falta sea mi culpa

y el yerro mi tormento.

Que del mortificar no quedó 

siquiera un simple aliento.

Y es ahora esta mi tumba

sobre la que ardo sin fin.

 Un caldero, que hasta arriba lleno,

alerta suspicacias bajo esta tierra

yerma de aliviaderos, de aliviaderos . . .

POR SIEMPRE

Jugar a ser, sentirnos fugitivos,

arrancar de este fuego la humareda

y darle vueltas a la misma rueda

buscándole a este amor los motivos.

Unir las vidas con hilos de seda

para comenzar a sentirnos vivos.

Hacer el amor como los furtivos

levantando tabúes que son veda.

Cambiar miradas, romper los hechizos

para perdernos por los pasadizos 

sin ser atrapados por telarañas.

Vivir para ser del amor cautivos,

hacer de locuras, altas montañas

que canten, por siempre, nuestras hazañas.

POR SOÑARTE

Si alguna vez apareciste en mis sueños

del recuerdo no puedo hacer eco

que caminar por entre los recovecos

es llamar a la puerta de los sentimientos.

Es cosa mala beber de los riachuelos secos

para explorar nuestros desiertos

y las lagunas que de tierra se han cubierto.

Dar forma al corazón, sentir sus latidos,

hacer huecos para respirar, abrir mi garganta

quitar asfixias y poder. . . poder gritar,

con la fuerza que te asiste la razón

de la verdad hecha de nubes

que descargan en el corazón

gotas de lluvia hechas cristal,

y romper, cambiar todo el ayer

para volver de nuevo a caer.

Si alguna vez a mis sueños vuelves. . .

NO LO DIGAS- A NADIE-

Tomar de lo perdido

justifica las acciones venideras

cambiando las encrucijadas,

que por ser caminos,

enredan los destinos.

Equivocarse para cambiar,

renovar el rumbo

que subyace el distraer

sin el apego de lo vivido,

que no por estar y ser

nos deja eludirlo.

LA PELUQUERÍA

Esta mañana a la peluquería he ido, para este mi  pelo
arreglar, que no gusto de llevar largos mis cabellos.
He aquí la conversación que mantenían dos niñas,
pues de señoras es la peluquería, tan pijas como
cursis pero que a la postre me hicieron reír y
aclarar algunos puntos de vista:
- ¿Qué tal te fue anoche con ese niñato que se
te arrimó tan fresco y guapo?
-¡Bah! Tú misma lo has dicho un niñato, y Tú 
¿qué tal con ese noviete que te has echado?
- Pues hija, un cabronazo, anoche lo pillé con una
rubia en los lavabos, el muy cabrón me la estaba
pegando, y es que todos los hombres son iguales,
la tonta de turno le guiña un ojo y a pastar que
para eso el monte no tiene vallas.
- Pues que fastidio de tíos y que putas algunas. . . 

-Ella no tiene la culpa es que los tíos son todos iguales. 

-Todos no Mujer, por ejemplo mi Padre. . . 

-Ya, ya, para saber lo bueno que es tu Padre tendríamos
que preguntarle a tu Madre.
Ahí pararon la conversación al escuchar mis risas,
y un poco ruborizadas, abonico siguieron sus pláticas
pues falta de razón no tenía la susodicha niña.
Que lo que parece rojo para unos, a otros
antojárseles lila puede.

EL CANDIL

La calma del sentido presiona mi pecho

mientras las sombras interceden por si solas

ahogando las luces de mi quinqué.

Y no me dejan ver, porque mirar no puedo

que pierdo en el intento mi estrella y lucero.

Y no me dejan mirar porque tientan olvidos

que trajeron los silencios muy dentro escondidos.

Y vuelven las penumbras para hacer vida y acopio,

para pillarme yerto, y de frente, calle en medio.

Y me revelo, y es que mis sombras no las quiero

porque atenazan mi alma, sentido y camino.

Así que saco mecha a mi candil,

la prendo con vida de risas quitapenas

que no hay cosa que sea más bella

que disfrutar de la vida a manos llenas.

DÍMELO TÚ

Mi cielo arde en llamas de rojo vivo

hay ascuas que caen sobre mi.

Abstraído, solo puedo mirar,

las cenizas se adhieren a mi piel.

 Miro a mi cielo

y miro sin hacer nada

porque nada puedo hacer,

solo seguir mi traspié

y no caer. 

 volver a tropezar 

para poderme levantar

y mientras todo arde

el silencio me quema

y el ruido me abrasa.

No puedo, no quiero,

solo busco  y no encuentro,

solo veo y no toco.

Solo sé que por estar 

estoy, tan solo .

LA TALLA.

He aquí lo que de un pueblo, de esos que acostumbran a contar
historias,  a mis oídos ha llegado, que sin ser chanza ni broma,
ocurrió para deleite de propios y extraños.
Era este, el pueblo, de hombres trabajadores y mujeres muy
religiosas y recatadas. Todos, unos y otras, andaban muy
apenados pues en su Ermita, la de la cima de la colina, viuda
estaba de imagen de su tan devoto Santo.
En medio de la plaza mayor, asamblea como nunca vista
organizaron para pedir reparo de tal disloque y, así poder
en procesión y romería, llevar a su Santo Patrono por las
calles de pueblo tan piadoso.
Todas las perras que pudieron recoger fueron puestas
a disposición de un Imaginero, que viendo tanta devoción
y fervor de pueblo tan ansioso, predispuesto se halló para
tallar tan magnánimo Santo.
Todo ya dispuesto, solo faltaba la materia prima para
dar alma y forma a la talla por las manos del artesano.
Un agricultor, metido a Santo, ofreció un árbol, olivera
por más señas, que arrinconada y vieja, años llevaba
sin dar fruto, ni cobijo, o sombra alguna.
Arrancada y puesta en manos de tan deseado artesano
una talla como nunca se halla visto apareció ante tan
religiosos aldeanos.
¡Procesión!, ¡procesión! Para el primer domingo de mayo
así juntaremos el día de las Madres y el Santo, Gritaron
todos al unisono en la misma puerta de la Ermita que había
de servir de alojo a tan bienvenido antojo.
El tan esperado domingo llegó y todo el pueblo engalanado
a su Santo en procesión sacó, haciendo gala las mujeres
de mantillas y ropas nuevas vestidas de Manolas.
Al pasar frente al agricultor, poco dado a desfiles y
menos aún tan devotas plegarias, su cabeza de la boina
descubrió pues eso, es de buena educación, y mirando
la imagen estas palabras musitó:
" En mi huerto te crié y nunca me diste nada,
me río yo, de los milagros que tú me hagas".



Posdata: este breve relato está inspirado en un chiste
que me contaron hace mucho tiempo, con lo que
no quiero herir susceptibilidades, pues yo solo
le he dado forma y no es mi intención hacer
desagravio de la manera de pensar de nadie.

ASCUAS Y RESCOLDOS.

Cuerpo a cuerpo,  las huellas quedan marcadas

en lienzos grabados sin pinceles, a puro fuego.

Y mis sentidos se despiertan como la vida a un niño:

ojeando alrededor inquieto; buscando, examinando

centímetro a centímetro, palmo a palmo, una piel

que por desconocida, de contacto no me es extraña.

Y ciega estos mis ojos, que solo quieren mirar, ver,

que no tocar, pues celo de Dioses es el pretender.

Solo quedarnos a  pie y medio de la verdad

no significa que en su forma se nos revele real

pues de caprichos conocidos es la vanidad

que atenta, y nos tienta, acompasando la realidad.

Y vendrá a caminar, a pasear entre los libidos

para provocar el desahucio entre nuestras sábanas.

revelando las consignas que tenemos que cambiar.

Callo y otorgo, que el pensar es querer renovar,

intercambiar lo que por desposeído nos es ofrecido.

y es que destino es acompasar y aguardar,

que cuando no haya, estos mis pensamientos

queden puros y cristalinos de sentimientos

forjados a fuego, con los rescoldos del hogar.

QUIERA

Quiera que mi alma inquieta

aleje de mí, tormentos y hastíos.

Quiera que la sed haga casa

y dormite en mi almohada.

Quiera que el amor haga en mí

algo más que parada y fonda.

Quiera que la inquietud, en mí cebada,

espantajos aleje, dejando calmas.

Quiera que mi trasiego de demandas

auspicie tientos de buenos sentimientos.

Quiera, de mí, el saber hacer vivero

dejando ignorancias en barbecho.

Quiera la vida regalarme hazañas

convertidas en historias enrevesadas.

Quiera que las cosas del querer,

en mi lecho, noche hagan.

Quiera que todo cuanto quiero

de mi esencia haga justo aprecio

y grabado quede, a fuego de mil silencios.

MARUJAS.

He aquí lo que a mis oídos ha llegado:
"Dos Marujas de esas de armas tomar todas las mañanas salían
a su puerta para barrer y adecentar. Como el perro y el gato se
llevaban  y se criticaban despellejándose la una a la otra, aunque
sin llegar a desollar. ¿El motivo? líos de esos de faldas que la
gente dice que han dicho que dirán y, que con el paso del tiempo
solo queda el resquemor de si será verdad.
Toditas las mañanas a la misma hora salían al portal, escoba en
mano y la lengua "afilá". Durante sus escarceos se dedicaban
todos los improperios conocidos, pero cada una en su lugar,
acera y vivienda, que eso es de respetar.
Una mañana, solo una de ellas salió a su portal, intrigada por
la ventana de su vecina se fue a asomar, viendo como esta,
enferma, no se podía ni levantar.
Un puchero, de los de Gallina vieja, con yemas, higadillos,
mollejas y hueso de buen jamón puso a cocinar, la susodicha
Maruja a su vecina a mediodía fue el caldo y la compaña
 a su casa a entregar diciéndole:
-Toma un caldo que te he preparado, que así te ves, porque
ni tienes posibles, ni sabes cocinar, mala pécora que todos los
días me la tienes que pegar.
La enferma contestó con cara de resabiá:
- ¿Qué tú sabes cocinar? si ni el gato se atreve tus basuras a
probar, además, seguro que con esta bazofia  me quieres
envenenar.
Terminada la conversación, el cazo sobre la mesa de camilla
la Maruja dejó para el día siguiente recoger y volver a llenar.
Así hasta que la vecina que le tenía tanta inquina mejoró y
sana volvió a la calle para su baldosa limpiar y de paso a
su vecina despellejar.
En otra ocasión fue al revés lo que ocurrió y la que un
día estuviera enferma, ahora sana, de la misma forma , guisado
cazo y sorna, a vecina tan odiosa cuidaba"
Y es que como decimos por estos lares:
"los amores reñidos son los más queridos" y "no hay amistad
más apretada que la necesitada"
Así ocurrió, y así ocurre, porque las susodichas Marujas
unidas en esa maldita divina vecindad, ahora viudas, juntas se
toman el caldo de gallina vieja y el chocolate. . . de espaldas.

TE LO DIJE

Solo quiero no pensar

dejar que mi mente vuele

y muy, muy lejos me lleve,

no, no quiero estar, solo ir,

que volver ya me cuesta.

Sorprende lo que pesa conocer

que no saber abstenerse,

es en sí la propia pregunta

más que la misma respuesta.

Y si a mí me involucras,

no quieras conocerme,

pues libre de todo linaje,

soy orgullo de propia ley.

Que pacer no es dejar de ser

allende te vio nacer,

así pues, desandar lo caminado 

me otorga los silencios 

que convertidos en galones

desalojan despacio, a fuego lento,

mis caricias y  emociones.

que mirar no significa hallar

ni tan siquiera poder presenciar

este hartazgo que me asfixia

cuando desconozco la razón

por la que no encuentro 

si de ida o vuelta es, este camino,

que está señalando mi destino.

Toc-Toc (me he ido)

Sea quien sea 

más vale que sea importante.

Si tocas a mi puerta

no quieras saber quien soy,

pues la arrogancia

es libre de sombreros

que tapan calvas

desgranadas de pelos.

Pulsa,

pero no llames,

solo espera . . .

Saber estar en la demora,

es la abstinencia que perdura

y desespera sin declamar.

Solo respira,

de esa angustia,  de esa espera. . .

Y es que ya no entreabro,

solo miro,

y si es mi destino y mi sino

callo, otorgo y me persigno.

La temo porque la hice,

y solo por eso, por eso es

que yo,  ya no abro,
ni otorgo, ni adivino.

Aire y puerta,
que para eso son los pies

 de zapatos vestidos,
 para recular el camino.

HATILLO DE SENTIMIENTOS

Lo que antes ya no fuimos,

ahora está separado,

en busca de un camino

que, por buscado,

atosiga las ganancias

y enmaraña mis ansias.

Que por ser,

 dejó entre sábanas blancas;

besos, roces y artimañas.

Lo que antes fue, quedó en nada.

solo recuerdos de buenos amores

hechos con cariño y sin rencores.

Si ahora ya no somos, qué importa,

cojamos lo que vivimos

hagamos un hatillo de sentimientos

y pregonemos por los caminos

aquello que queramos o no,

siendo uno compartimos.

ALMA GITANA

Mi Luna, gitana ella,

por el camino de la amargura me lleva,

me juega a las escondidas

y cuando abro la persiana,

se instala en mi almohada.

Me baila con tacones y castañuelas

y un vestido de larga cola gitana,

que al aire da alas, prendido de lentejuelas.

Cuando llega el alba, hace que se enfada

y es que mi luna, llena ella de triquiñuelas

me juega a las espantadas 

y si no le hago caso, 

se vuelve con carita de pena,

a sabiendas que en mi dormitorio

la dejaré entrar entre visillos y cubiertas de fina lana.

Y es que es niña traviesa, esta, mi Luna gitana,

que por estar conmigo, a las estrellas lleva de cabeza

sonsacándoles de mí, todos los días, a todas las horas,

y toditos los fines de semana.

Mi gitana me guiña los ojitos y me mece en mi cama

susurrando coplillas, a bonico, para calmar mi alma.

Pero siempre tiene ganas de jarana,

y cuando me tiene dormidito en su regazo,

va, y me tira de la cama.

Y se ríe y me hace chanza de mi enfado,

que pronto pasa al otro lado y jugando

con ella, amanece con los primeros claros,

y gusta de oírme cantar antes de transitar al otro lado:

" Mi Luna gitana, toda ella, una copla  arde en deseo 

y es que sepa todo el mundo cuan grande es su amor

que lleva grabado a fuego en su inmaculado pecho

y es que es su vida, capricho, antojo, empeño y calma.

Amar hasta la muerte, que por eso tiene gitana el alma"

MI ESTRELLA

Viene a por mi cada noche mi Estrella

 usando triquiñuelas y reclamos,

 entre las sombras de su luz  bailamos,

descarada, me agarra cual doncella.

Como margaritas hechas en ramos,

destacas como luz de la centella.

Tú das el sentido a nuestra epopeya

para sentirnos del mundo los amos.

Mi enamorada estrella peregrina

con carilla sonrosada ilumina

mi camino, mi trasiego y mi sino.

separarnos es la clavada espina

desnudos al alba, el pájaro espino

apenado, es la alerta del destino.

EL PARAISO

Linda mi piel a la orilla del mar

con caracolas que cantan, de oído,

melodías de ese mundo perdido

allende pierde el sentido llorar.

La brisa trae entre sal, escondido,

el eco de chiquillos que al cantar

de vida inundan sin desentonar

en este vergel por Dios prometido.

Miro al confín donde une mar y cielo

en busca del  paraíso extraviado

que de jirones hemos remendado.

Tan arriba  hemos mirado que, el suelo

que cogía todo en simple pañuelo,

sin indulgencia, lo hemos esquilmado.

Retorno a mi inocencia

Volver a empezar

sin los apegos de la vida, 

que por conocida, 

nos ahoga prisioneros

del saber, del recordar.

Vivir sin intuir, ni conocer,

hacerlo por andar

solo por hacer camino, 

renovar los senderos clandestinos

sin volver la mirada atrás.

Hacer de carne nueva 

una vida, un renacer:

con la sencillez de no conocer,

con la humildad de la simpleza,

con la modestia de no saber,

con la ignorancia de la verdad,

con la inconsciencia de la edad,

con la inexperiencia por bandera,

con la timidez de la primera vez,

con la ternura del primer beso,

con el juego hecho de niñez,

con el amor sin haber tocado piel.

Sin el apego hecho de sentimientos,

sin el conocimiento del  recorrido,

sin el juicio de lo adquirido,

sin saber que es entender,

sin el conocimiento de la conciencia.

solo volver, 

retornar a mi inocencia. . .

Secreto de confesión. (perdón)

He aquí que un mozo donjuán donde los haya, bebía los vientos
por la sobrina del cura, moza en edad de merecer y golfa por parte
de padre no reconocido, El cura, que no las tenía todas consigo,
a la calle no la dejaba bajar y el mozuelo barruntaba como
pegársela al capellán, para la sobrina  poderse zumbar.
Una tarde el mozo a la sacristía fue a parar:
"Sr. Cura al oficio vengo a ayudar, con  la venia de su santidad"
 Presto, el cura no vio lascivia en su bondad y junto a la ahijada
 le puso en  el altar con la fiel promesa de solo ayudar.
Cogida la confianza, el muy truhan, en la misma sacristía
a la sobrina se ventilaba mientras el cura, sacramento en mano,
la confesión a los fieles iba a tomar.
No tardó en enterarse del embuste, nueve meses y un día
fue bastante para conocer la burla del truhán.
La gente, de lengua partida, con saña y alevosía cruzaban
al cura cantando abonico a sus espaldas.
"Cura, curita, curandón, que guardabas bajo llave la verdad
de la ahijada en paternidad negada, vinieron a darte de
morros en toda la cara, pues no fue en descampado,
ni rincón, ni calle o parador sino en sacristía, mientras
impartías el sacramento de confesión, donde la almendra
fue partida".


 Posdata:  Mis más sincero respeto hacia la vida y costumbres
de los curas. No ha sido y nunca será mi intención hacer burla
o desosiego de tan admirada figura por parte mía, solo un juego
de palabras sin ánimo de  hacer apego a ningún cura, capellán
u otra figura de la vida clerical.

LA FRAGUA DE LAS ESTRELLAS

En los confines de mi subsistencia

recojo, de mi siembra, la esperanza.

Sentado en la puerta, cabeza alta,

las miradas pasan calladas

con trajes ceñidos en mora y plata,

ávidos de carne trémula sin oficio.

He jugado y no ha servido

ni farol, ni trucos o trampas.  

El azar no marca mi ventura,

solo es el efecto de mi fortuna

y, por fortuna, mi ventura

no está marcada por el azar.

Y es que, dejar de mirar atrás

es llegar a poder olvidar:

"Que todo cuanto llegué a ser,

todo lo que ahora soy

y a lo que ser, alcanzara.

Mi ser, alma y esperanza, talladas

hasta el fin de los tiempos

en la memoria, hecha de huellas

fraguadas, a fuego, en las estrellas".

A TRAVÉS DEL CRISTAL

Miro a través del cristal empañado,

mi pensamiento, surca mi existencia

haciendo retratos de mi inocencia,

sentando la añoranza en mi pasado.

Los tiernos veranos de adolescencia

despertaban los amores de helado,

que fugaces,  sabían a pecado

avivando secretos e impaciencia.

Sentando ingenuidad en desparpajo,

atesoro  ideas que protestar

alzando banderas por conquistar.

En el amor no te vale el atajo

porque pone tu mundo bocabajo

y te deja la vida hecha un solar.

VEREDA ABAJO

Vereda abajo pasan los días

acertando, de vez en cuando,

como hojas caducas ocres y rojas

a animar mis tardes de paso.

 El viento acaricia  mí rostro

cálido y plácido que comparte

las miradas y realidades

que despacio, muy despacio,

salen a mi encuentro sin mirarme

devolviendo, sin apenas darme cuenta,

el sabor a lima de juventud

que ya entrado en los cincuenta

sigo llevando dentro con plenitud.

Plazco de tranquilos paseos

que en alamedas tan aviesas

me hacen retozar abrazado

por viejos robles y álamos

tan altos, tan  fuertes . . . y humanos.

ALAMEDA

Son mis alamedas tan aviesas

que soñando despiertas me dejan

 paso, a pié y medio de la nada

vereda abajo, yendo de sobrado

el sendero me van ensanchando,

y de paso, camino en medio,

las historias se van versando.

Robles viejos y fuertes álamos,

sonetos de los besos sellados

con albas de la luna escarchada

que, caprichosa ella, relame

en las copas dejando al aire

vestido de gala: oro y grana.

La arboleda, niña traviesa,

juega a las cuentas con cuartetos,

robando a quintetos y seguidillas

sus sentidos, rimas y secretos.

TRÉMULA HIJA.

Si fue una tarde mala

bien me lo hiciste pagar.

Trémula hija de una madre

que halló en la desesperanza

su arma más dañina.

Solo el alma y la cantina

resbalan, vaso tras vaso, 

trago a trago, las lágrimas

de una buena riña

que, por falsa, callamos

sin arrendarnos las ganancias.

Si el taburete se antoja piedra 

y la barra se hizo almohada

dando sentido a la cordura,

tres vasos llenos sajan,

de medio y tres cuartos,

el corazón hecho de entrañas.

NADA

Quiero que no mires; al fondo de todo,

solo una mueca, una mueca solo,

y solo eso es lo que queda.

Y queda porque nada había,

solo eso, una mueca de una burla,

que por burda, quedó en nada,

porque nada hubo y nada quedó.

Fuimos una vez,  lo fuimos, tú y yo.

No hubo nadie más, solo yo y tú.

Y yo estaba. Y tu estuviste.

Y todo eso pasó sin pasar nada,

que lo que un día pudo ser

no fue, solo pasó de largo,

sin mirar, nunca mirar atrás.

Si nada pasó, porque nada ocurrió,

¿Cómo es que te llevo grabada,

a hierro y fuego, tan adentro. . .
tan dentro . . .?

ROBLE QUEJICO

Roble quejico

¡Cuánto al viento suplicas!

¿Quieres un abanico?

¡Para mecer

retoño tan pequeño

ha de sobrarte!,

¿eres tú su padre?,

¿acaso de un  malaje?

Callas y otorgas,

como padre bendito.

Alto y fuerte ha de ser,

como buen hijo.

Dime, roble quejico,

¿te acompañó

en la parranda

esa luna escarchada?.

¿Seguro estás

que tuviste bastante

para que tu linaje 

así perdure?.

ni sobró, ni faltó,

ni hubo bastante

plicas distante

fiel a tan buen linaje.

TE QUIERO - TE AMO

Te quiero como quieren los amantes,

con la fuerza que empuja el corazón

y la explosión de ese amor de estudiantes.

Te quiero más allá de la razón,

con ese amor que traspasa fronteras

sin premisas ni sola condición.

Te quiero con un amor sin barreras,

salvando todo cuanto nos empuja

a hacer las emociones prisioneras.

Te quiero como seduce un granuja:

embaucando con ternura tu vida,

irrumpiendo a tropel en tu burbuja.

Te quiero con ese amor sin medida,

que campa sin vergüenza a sus anchas,

manteniendo la pasión encendida.

Amores de lascivia con cartera

llenan huecos vacíos,

que de sentimientos ya pertrechados,

no encuentran la salida.

Amores que surgen como avalanchas

son amores que callan

y despiertan a voces las lujurias

en lecho descarnadas.

Amores que brotan llanos al alba;

esos, amigo mío,

perduran al tiempo, son eternos,

libres de todo tiento.

ETÉREO

Con el alma desnuda miro al cielo,

pues mis ojos son reos de este mundo

que traiciona mi sentido y mi credo.

Jugamos a ser dioses del universo

y solo somos pobres lelos

de la naturaleza inconexos.

¿Quién nos dio la potestad de ser Dioses,

haciéndonos huéspedes de la propia piel.?

¿Por qué  usamos el alma de trueque,

para cambiar los caminos marcados?

Una vez fuimos parte y no juez:

ahora creemos ser los jueces

y damos todo el valor a nuestra parte.

¡Cuán rápidamente techamos el templo

de la ciencia!

¿Cuándo haremos fuertes cimientos

cargados de buena conciencia?

¡Ay de nosotros cuando seamos solo parte!

¡Ay de nosotros sin formar parte de todo!

Cerrando los ojos a todo entendimiento

diseñamos realidades paralelas

dando forma a nuestro destino

intentando cambiar nuestro sino.

Con la noche de testigo, miro al firmamento

desnudando mi conciencia y pensamiento.

Miro y sigo mirando y, por más que miro,

no alcanzo a verlo.

¿Será que las estrellas ocultan el cielo

que tanto busco, sin saberlo?

Haikus de la tierra

Noche encendida:
olor tierra mojada.
  Barrunta lluvia.

Quietud incierta,

Sonidos en las copas.

Ventisca en puertas

Lluvia irradiada:
semen inoculado.
Flor en invierno

Plásticos rotos

vertederos repletos

tierra doliente

Nana de los Ángeles

Coro de Ángeles que cantáis

mi niño os está escuchando,

mientras vosotros le deleitáis,

él, sus ojos va cerrando.

Sobre alas de Semidioses

os está contemplando,

mientras el sueño le quitáis,

perplejo se queda mirando.

Con su luminosa faz divina

mi niño adormecido, su luz,

las pupilas van olvidando.

A coro de voz angelical

escucha sin más tardanza

soñando en el lado astral

con carilla de bonanza.

Percibiendo vuestra coral

me sonríe con templanza

traspasando ya el umbral.

Coro de Ángeles que cantáis

en susurro ir dejando

pues a mi niño lleváis

en vuestro regazo soñando.

Tres Haikus para inmortales

      Alba perpetua,
vuelvo sobre mis pasos:
       Casa celeste.

                                                 Como alma pura:
                                              ¿Entidad sempiterna?
                                                 Dádiva a muerte                                                        


    El Fénix púrpura
de barbas, un soberbio.
    Condena eterna.

CEGUERA

               

 Miro al horizonte y no te veo ¿Será que los arboles,
  el bosque han escondido?
-¡Qué estoy aquí! ¡Qué soy pequeño!
 No oigo nada, el viento se lleva los sonidos.
-¡Qué estoy a tu lado! ¿Es que estás ciego? 

-¡Estás ahí!  ¡Qué pequeño eres!  

 - Solo soy un niño. 

-Y entonces. . .  ¿Qué estás pidiendo? 

-Mendigo pan, que tengo hambre y frío. 

-Y cariño, ¿Mendigas cariño? 

-No, ese niño, hoy no ha venido . . .

Las estaciones en Haikus -y uno de amor-

         Flores de almendro,
      esplendor a las puertas.
           ¡La primavera!

Campos dorados,
suave brisa de espigas.
¡Llega el estío!

           Hojas terrosas,
       los arroyos revueltos.
        ¡Aires de otoño!

De punto en blanco,
las gélidas auroras.
¡Capea invierno!

             Verdes tus ojos,
          miradas enfrentadas.
             Pasión ardiente.






* Las fotos ilustrativas, están sacadas de las páginas web
de fotos de internet, si el autor o autores de las mismas se
sienten en algún modo perjudicados o molestos por este
post mío, solo tienen que comunicármelo y las quitaré
inmediatamente.
Mis disculpas por anticipado si con esto molesto a alguien,
pues nunca es, ni será, mi intención. Gracias.

Mis primeros Haikus

He leído algunos Haikus pero nunca los había escrito, aquí mis
primeras composiciones espero que sean de vuestro agrado,
 lo digo con toda la humildad de un aprendiz.

   Son tus palabras
cual cortina de humo,
   llenas de desmán.

                                                                             
                                           
       Luna me guía
   en noches tenebrosas,
       aullar de lobos

   Noches en vela,
Rondas que son condena
    de almas en pena.

Este es mi tren

¿Hay alguien ahí?  pues hola y bienvenido.
Desde niño he querido ser escritor, a lo largo de mi vida lo he intentado muchas veces pero este mundo deja pocas oportunidades y siempre te quedas con la duda de si el tren que ha pasado era el que tenías que coger o  simplemente ha pasado y no lo has cogido.
Hace unos días, hablando con mi hija me ayudó a crear este espacio que para mí, a mis tantos años, me parece casi un milagro pues en mi interior siempre albergué la esperanza de tener una herramienta como esta para poder expresar libremente mis pensamientos e ideas.
Solamente por saber que alguien puede leer estas líneas ya me siento afortunado por hoy, espero que este sea el comienzo del resto de mi vida y este tren me deje hacer lo que siempre he querido y que mi profesora de lengua me vaticinó hace ya muchos años se cumpla  (al leer una redacción mía en clase cuando terminé me dijo - Cuando escribas tu primera novela acuérdate de mi-).
Esta es mi primera entrada, y no quiero despedirme sin dejaros alguna frase para pensar en ella.
- Lo peor de la soledad no es que hayas estado solo sino que la hayas sentido -
gracias y hasta siempre.