domingo, 30 de agosto de 2015

Cosas

   - Cruel disyuntiva es la de creer que todo es nuestro y saber que nada nos pertenece.

   - He perdido la pista de las huellas que seguía; pero observo con alegría que el camino continúa.

   - Todo nos parece al alcance de nuestra mano cuando nuestro pensamiento es positivo.

   - Nunca discutas cabreado ni concedas dichoso.

   - Para ser justo hay que ser imparcial; ése es el problema.

   - Nunca admitas una equivocación ni niegues un acierto.

   - Las plumas son para volar... pero los pájaros.

   - Nunca tengas una pelea limpia ni concordia sin entendimiento: en las dos saldrás perdiendo.
 

sábado, 29 de agosto de 2015

Qué imaginación!

   Miré al cielo al observar una bandada de pájaros que volaban hacia  los charcos de las salinas. Cuando mi vista no podía seguirlos, mi imaginación entró en juego para acompañarlos. Sentí el roce de alas con el viento, plumas de libertad en altura de miras: todo el horizonte -y la grandeza- servida en bandeja de pluma para mí... y fui libre en libertad.

domingo, 23 de agosto de 2015

Poco a poco.

     Las horas y los días se me han echado encima en esta época estival, tan dada a los descansos, y que se ha convertido en algo parecido a un infierno que debe terminar sí o sí. Cuando la vida nos coge al descuido hay que seguirla calculando el final con el fin de repartir las fuerzas y salir de esa crisis lo mejor posible, física y mentalmente. En ello estoy, ya queda poco para terminar el verano y sigo en mis trece de salir indemne de este infierno. Resistiré allí donde otros han naufragado. ¿Sabéis por qué?, pues porque yo soy "siete veces más fuerte que tú".

domingo, 16 de agosto de 2015

Contigo.

   Quedé mirando con ojitos de libertad a mi Mar Menor. Amanecía y el horizonte se incendiaba de colores rojizos impregnados de azules nebulosos cuando mi mente se iba lejos, libre, sin ataduras ni
concesiones espectrales... y fui libre; volé tan alto como las gaviotas, con ellas rocé las puntas de las nubes mientras el sol iba haciendo un hueco amarillento en el horizonte, allá en las salinas, detrás de las montañas níveas mi alma volaba, tan alta, tan libre. Al confín de todos mis anhelos, allende mis recuerdos se vuelven música y paz para mi alma.
  Y ahora lloro, con el alma alegre y ese sabor agridulce de quien ha volado en libertad y lo quiere volver ha vivir cada minuto de su vida... contigo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Vuela alto, vuela libre, vuela al fin.

   Hacía mucho tiempo que no miraba hacia el cielo, debe ser por las cosas terrenales que me ocupan todo el día, o, quizás, solo sea por el calor que estamos soportando que me tiene exhausto físicamente. Ayer, por la tarde, salí a la terraza de la casa de mis padres, para esperar al médico pues mi madre tenía cita con él, desarreglos de la edad -y esas cosas-. En fin, en ésas estaba cuando una bandada de gaviotas, que sobrevolaban el cielo a gran altura, llamaron mi atención, envolviéndome en una paz interior indescriptible. Volé con ellas, a su lado, dando vueltas sin destino ni concierto. Fui todo lo libre que se puede ser; desinhibido de todo contacto terrenal, por un momento, un solo momento me acerqué a la plenitud que siempre quise alcanzar: Ser libre y volar en libertad.
  Es una experiencia que nunca se olvida. En adelante miraré más al cielo y menos al suelo; pero eso sí, con los píes fijos en él.  
  Vuela alto, vuela libre, vuela al fin.



domingo, 9 de agosto de 2015

Nunca te acostarás....

      Hoy he aprendido un tópico literario que me ha hecho mucha gracia, a la vez que me ha dado qué pensar. El término en cuestión es "Carpe diem" y su significado es: tópico literario en el que se anima a aprovechar el momento presente sin esperar el futuro.
  Me ha gustado tanto que lo voy a imprimir y dejar en la mesita de noche para qué, cuando me levante, leerlo y así convertirlo en dogma de vida, que últimamente me caliento mucho esta cabecica mía. Os dejo una foto de punta de algas en la confluencia entre las marismas de las encañizadas y la playa de la llana, para que disfrutéis de mis playas. Ah, y hacedme un favor: sed felices.

jueves, 6 de agosto de 2015

Yo sí lo sé.

        El aíre envuelve mi alma cual donjuán infiel que se desplaza por el tiempo, maldiciendo si volver cualquier tarde plomiza de primavera. Yo, que desconozco sus intenciones, me apresuro a descifrar su sentido cayendo en la cuenta: para el tiempo somos actores de reparto. Nunca volvemos a vivir el tiempo perdido; ni a sentir lo sentido, ni lo vivido. Todo se pierde con el tiempo envuelto en su manto azul y, en su cúpula del trueno, no hay contraofensiva: todo es limpio y nítido.
  La muerte no existe tanto en cuanto contamos el tiempo en los andenes de la vida de aquellos trenes que esperamos... qué más da los amores que despidamos si en la espera contamos las hojas que caen de los sauces empujadas por ese aire que circunda las almas sentados en cualquier estación, en cualquier estación...
  Tiempo de espera que nos enloquece a la vez que nos da la vida y nos regala poesías que cuentan las vivencias de una vida de contemplación que no nos pertenece; pero que hacemos nuestra a nuestros ojos porque en realidad "somos tejedores de sueños perdidos en la anacronía del tiempo".