Si no me llamaran loco de atar
me quedaría a vivir en la playa
para habitar en la brisa del mar
y besar tus labios en la toalla.
Correr siendo el más veloz, caminar
tan despacio como el barco que encalla
para quedar varado y contemplar
a tu lado como el mundo batalla.
Porque tus besos me saben ya justos
si no comparten tu piel, al abrigo
del manoseo en tus pechos robustos
Y surgir entre las olas contigo
para romper con los moldes vetustos;
dejar claro que soy más que tu amigo.