jueves, 28 de abril de 2016

Su medio natural.

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Su medio natural.

Cuando Elisa dejó el libro, un tocho descomunal, sobre la mesita de noche, un crujido lastimero se dejó oír anunciando que algo no iba bien. Los cajones de la mesita se desencajaron y abrirlos se convirtió para Elisa en un suplicio. El color de la madera palideció y rastros de moho se podían ver en la superficie de la mesita de noche como acompañando a un dolor que Elisa no podía descifrar.
   Pasados unos días en que las noches se hicieron largas por los quejidos de la mesita de noche, que no dejaba dormir a nadie, Elisa a punto estuvo de hablar con su marido para mostrarle su malestar con la mesita de noche, qué, cada vez que cogía el inmenso libro de su superficie, parecía resoplar aliviada, todo lo contrario sucedía al dejarlo, cuando, ya cansada de la lectura lo depositaba sobre la mesita de noche que crujía como si el peso del libro le supusiera un enorme esfuerzo.
 Harta del suplicio, y las constantes quejas de la mesita de noche, Elida entró en la librería, compró el libro y se dirigió con premura y determinación hacia su casa. Se fue hacia la habitación, cogió el tocho descomunal de libro que estaba leyendo y dejó en su lugar un pequeño libro de relatos en cuya portada rezaba: El remo de Charón (relatos de la Parca).
   Todo cambió repentinamente, el color de la madera relucía como si fuese nueva, los cajones habrían y cerraban sin apenas roce y los crujidos, que antes eran quejumbrosos y muy desagradables, se convirtieron en susurros suaves y melosos.
   "Ahora está todo en su sitio, este es su medio natural". Se dijo para sí Elisa al ver que todo volvía a la normalidad.







2 comentarios:

  1. Jajaja, muy bueno Paco, una buena propaganda para tu libro, con el cual te deseo tengas mucho éxito.
    La verdad que los libros tocho, para leerlos en la cama son bien incómodos, así que no me extraña que se quejara la mesita de noche, jajaja.
    Un abrazo.

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    1. Yo digo que mi libro es de mesita de noche, Jajaja, hay que darle caña. Gracias amiga. Un fuerte abrazo.

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