sábado, 3 de noviembre de 2012

EL PARAISO


Linda mi piel a la orilla del mar
con caracolas que cantan, de oído,
melodías de ese mundo perdido
allende pierde el sentido llorar.

La brisa trae entre sal, escondido,
el eco de chiquillos que al cantar
de vida inundan sin desentonar
en este vergel por Dios prometido.

Miro al confín donde une mar y cielo
en busca del  paraíso extraviado
que de jirones hemos remendado.

Tan arriba  hemos mirado que, el suelo
que cogía todo en simple pañuelo,
sin indulgencia, lo hemos esquilmado.


3 comentarios:

  1. Un precioso soneto para empezar el sábado. ¡Gracias y buen fin de semana!

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  2. Un confín que nos traslada a tu Paraíso, finamente descrito en este Soneto.
    Un abrazo.

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  3. todo un marítimo soneto Paco
    felicitaciones
    abrazo

    las métricas no son lo mío, aunque a veces me gusta ejercitar y hacerlo a mi modo muy personal

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