Roble quejico
¡Cuánto al viento suplicas!
¿Quieres un abanico?
¡Para mecer
retoño tan pequeño
ha de sobrarte!,
¿eres tú su padre?,
¿acaso de un malaje?
Callas y otorgas,
como padre bendito.
Alto y fuerte ha de ser,
como buen hijo.
Dime, roble quejico,
¿te acompañó
en la parranda
esa luna escarchada?.
¿Seguro estás
que tuviste bastante
para que tu linaje
así perdure?.
ni sobró, ni faltó,
ni hubo bastante
plicas distante
fiel a tan buen linaje.
es una loa viva al héroe gaiano
ResponderEliminarque se mantiene erguido en los bosques
felicitaciones Paco
abrazos
Me encantan tus comentarios, siempre sabes
Eliminarsacar la idea principal del poema.
Buena semana, para ti y todos los tuyos.
besos
Mi padre siempre dice querer morir bajo un roble, y nos criamos con ellos alrededor, fueron nuestras primeras casitas, en donde nos escondimos a nuestro primer beso, a donde vamos a llorar cuando estamos de tristezas. En mi país un roble es un amigo para siempre poeta. Gracias por compartir.
ResponderEliminarbienvenido y muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.