En los confines de mi subsistencia
recojo, de mi siembra, la esperanza.
Sentado en la puerta, cabeza alta,
las miradas pasan calladas
con trajes ceñidos en mora y plata,
ávidos de carne trémula sin oficio.
He jugado y no ha servido
ni farol, ni trucos o trampas.
El azar no marca mi ventura,
solo es el efecto de mi fortuna
y, por fortuna, mi ventura
no está marcada por el azar.
Y es que, dejar de mirar atrás
es llegar a poder olvidar:
"Que todo cuanto llegué a ser,
todo lo que ahora soy
y a lo que ser, alcanzara.
Mi ser, alma y esperanza, talladas
hasta el fin de los tiempos
en la memoria, hecha de huellas
fraguadas, a fuego, en las estrellas".
En los confines de nuestras almas llevamos
ResponderEliminarmuy dentro la experiencia de lo vivido.
Paco Kali, hermoso lo que escribes, me encanta.
Un abrazote mu apretao.
Lesly León.
h
EliminarGracias a ti por tu comentario tan halagador.
Un abracico mu apretaico pa'ti y los tuyos
feliz semana