Así es, Paco; el mar nos deja la exacta medida de nuestra insignificancia. Pero su grandeza nos llena, porque es bella, cordial, y habla al corazón. Como tu haiku. Un abrazo.
Armando, lo de la foto es pura afición, bonitos tus reportajes. El haiku ha salido de mis paseos limpiando playas, es ahí cuando te das cuenta de la pequeñez y la grandiosidad del mundo que nos circunda. Un fuerte abrazo.
Así es, Paco; el mar nos deja la exacta medida de nuestra insignificancia. Pero su grandeza nos llena, porque es bella, cordial, y habla al corazón. Como tu haiku. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias amigo, tu predilección por los haikus hace que los veas con ojos de enamoradizo. Un fuerte abrazo.
EliminarY es verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Rafael, ya antes de publicar mis entradas busco tu comentario como si el destino fuese tu comentario amigo. Un fuerte abrazo.
EliminarEspléndido haiku y bonita foto. Un abrazo
ResponderEliminarArmando, lo de la foto es pura afición, bonitos tus reportajes. El haiku ha salido de mis paseos limpiando playas, es ahí cuando te das cuenta de la pequeñez y la grandiosidad del mundo que nos circunda. Un fuerte abrazo.
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