Amiga mía
me gustaría decirle
"Me gustan sus enojos
y esos ojitos que me echa
al descuido"
-pero que son siempre míos-
Y quiero que se condene,
pero conmigo,
si es pecado lo nuestro
-aún en la distancia-
la condena será para los dos
y habremos de cumplirla
muy juntos.
Amiga mía
sólo respiro en su mirada
y sí, sé que es atrevimiento
que sea así, en la distancia,
pero es que quiero,
quiero que sepa,
que también sus miradas son
-y están-, en la distancia
tan mías como suyas son.
Y ahora, amiga mía,
quiero que sepa,
que lo que intuyo -como mío-
no dejan de ser miradas
-a escondidas- que completan
a esos labios tipo Marilyn
que son mi condena
a la vez que la suya serán
pues mi mirada, -quiero que sepa-
no tiene dueño si usted no la mira.
Es cierto lo que dices Paco...
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonito, tierno y simpático me han resultados tus versos Paco. Preciosa declaración para esa mirada que me ha encantado leer.
ResponderEliminarUn abrazo.