sábado, 15 de agosto de 2015

Vuela alto, vuela libre, vuela al fin.

   Hacía mucho tiempo que no miraba hacia el cielo, debe ser por las cosas terrenales que me ocupan todo el día, o, quizás, solo sea por el calor que estamos soportando que me tiene exhausto físicamente. Ayer, por la tarde, salí a la terraza de la casa de mis padres, para esperar al médico pues mi madre tenía cita con él, desarreglos de la edad -y esas cosas-. En fin, en ésas estaba cuando una bandada de gaviotas, que sobrevolaban el cielo a gran altura, llamaron mi atención, envolviéndome en una paz interior indescriptible. Volé con ellas, a su lado, dando vueltas sin destino ni concierto. Fui todo lo libre que se puede ser; desinhibido de todo contacto terrenal, por un momento, un solo momento me acerqué a la plenitud que siempre quise alcanzar: Ser libre y volar en libertad.
  Es una experiencia que nunca se olvida. En adelante miraré más al cielo y menos al suelo; pero eso sí, con los píes fijos en él.  
  Vuela alto, vuela libre, vuela al fin.



4 comentarios:

  1. Es bonito volar con las gaviotas...
    Un abrazo.

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  2. me gusta volar en avion
    o volar con las palabras cuando escribo
    volar: un estado mental
    que muchos ansían y no lo logran
    Espléndido texto

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  3. me gusta volar en avion
    o volar con las palabras cuando escribo
    volar: un estado mental
    que muchos ansían y no lo logran
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