Miré al cielo al observar una bandada de pájaros que volaban hacia los charcos de las salinas. Cuando mi vista no podía seguirlos, mi imaginación entró en juego para acompañarlos. Sentí el roce de alas con el viento, plumas de libertad en altura de miras: todo el horizonte -y la grandeza- servida en bandeja de pluma para mí... y fui libre en libertad.
¡Bendita libertad...!
ResponderEliminarUn abrazo.