lunes, 15 de diciembre de 2014

Corruptos de medio púlpito.

Siento como propias las diatribas
esgrimidas en los púlpitos.
Cátedras de la osadía hecha palabra
que enmascaran la verdad del juego:
en el ataque se fragua la mejor defensa.
Golpear primero te da la ventaja
en la sorpresa de la contienda;
mas también desarma la palabra
en su función más dilacerada:
la verdad por encima de los intereses.
Dedicar tu vida al servicio de tus congéneres
es una lucha interior constante
para dilucidar entre el bien común
o hacer próvido el esfuerzo a beneficio personal.
Y no vale esgrimir argumentos
de zafia compostura idealista:
no eres mejor que nadie,
nadie te forzó para cambiar tu rectitud
en el oprobio personal
Y ahora, desde el púlpito, me miras
para despotricar del sistema
en un intento vano de salvar la honra.
Bien cierto es decir que Don Dinero
es cruel compañero de viaje,
-nunca saldrá en tu defensa-
y con él, siempre serás un exiguo títere.
Que la cárcel sea contigo y tus congéneres;
por los siglos de los siglos... Amén.



2 comentarios:

  1. Muchas gracias, amigo José Luis, si te digo la verdad el tema elegido no es de mi simpatía, pero por culpa de la política me veo en el paro y claro; una cosa lleva a la otra.

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