Siento que he caído en la trampa. Sé que al final hay alguien esperando, yo mismo he preparado mil y una emboscadas. Ahora siento el miedo del reo. En blanco y negro todas las luces son grises y apagadas y todas las esquinas están a la vuelta, el lugar perfecto.
Hola Paco, no me gustaría encontrarme en la disyuntiva de tener que girar una de esas esquinas, prefiero un lugar imperfecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí tampoco. Las esquinas oscuras siempre esconden el miedo propio y ajeno. Saludos.
EliminarPor lo menos en la escala de grises cabe la posibilidad de imaginar el blanco, aunque sea la luz de una farola. Besos.
ResponderEliminarEso es un cabo de salvación, o algo parecido. Saludos.
EliminarFeo asunto, sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Rafael, las callejuelas oscuras traen estos miedos, saludos
EliminarIntriga en cuatro líneas es de una gran habilidad, Tocayo. No se puede sugerir más en menos palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias tocayo, siempre atento a tus opiniones. Saludos
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