Cuando me miro en ti: Tal cual sale de mi cabeza.
Me miro en tus ojos
el amor me embarga
como a un niño, suspiro
cuando no te tengo,
cuando no te veo,
cuando te miro. . .
Me miro en tu pecho
y todo me da vueltas
como un Ángel
que ha perdido sus alas
y no sabe caminar . . .
Me miro en tu cintura
y todo desaparece;
la luz se va,
las sombras vienen,
y el mundo se para
Solo por ti,
todo para mí . . .
Cuando me miro en ti: arreglado métricamente.
Me miro en tus ojos
y el amor me embarga,
cual niño, suspiro
cuando no te tengo,
cuando no te veo,
y cuando te miro. . .
Me miro en tu pecho
todo me da vueltas,
como a ese ángel
que perdió sus alas
y no sabe andar . . .
Me veo en tu talle;
todo se disipa,
la vela sucumbe,
las sombras emergen
y el mundo se para
por ti solamente
todo para mí . . .
Muy bonitas ambas versiones. Un interesante ejercicio literario en el que demuestras, como siempre, manejar el lenguaje con gran elegancia y maestría. Un abrazo
ResponderEliminar