Las vías se desdoblan
Sin adaptar el rumbo, ni el destino.
Espero bajo palio vespertino
la constricción.
Sentado en la baldosa
El incordio es mirar hacia detrás;
cual piedra en el zapato,
Se abalanzan las dudas,
Te ahogan las templanzas.
¿Acaso soy yo su guardián?¿Es por ventura mi persona guía cual faro,
O acaso un cicerón decrépito?
Azorado hállome en la disyuntiva:
Camino a perdición era el destino
¿Y cual es el dilema?
Hacer la continuada -muerto en vida-
O rasgar vestiduras haciendo camino.
Es la cobardía la que me asalta,
podría perderme en el cambio.
La eterna encrucijada y las dudas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre tendremos dudas, es el dilema del hombre desde que aparece sobre la faz de la tierra, pero siempre ha tirado para adelante.
ResponderEliminarSaludos
Deja que el autobús siga camino, Paco, y tú regresa con un poco de poesía entre las manos; tus amigos te esperamos. Abrazos.
ResponderEliminarComo la duda Shakesperiana: to be or not to be...that´s de question!
ResponderEliminarSigue, estimado Paco, que la poesía te hace grande!
Un abrazo.
Las dudas son inherentes a nuestra condición de ser Humano.
ResponderEliminarComo decía William Shakespeare:
"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos."
Abrazos.
Un poema que navega en un mar de dudas. ¿Quién no las ha tenido alguna vez ante un hecho crucial en la vida?. Seguro que encontraste la solución correcta.
ResponderEliminarSaludos.