Real Ilustre Fervorosa Cofradía y Hermandad Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad -Águilas-
¡Costalero! ciñe tu faja y ahoga tu dolor,
ése, el que no sientes ahora;
el que dejas para luego,
el que después te ahogará.
¡Costalero! de rodillas,
que ahora ella quiere salir,
ella, la Guapa, la Madre, la Mártir,
la Santísima, María y Soledad.
Madre aguileña
Madre de nuestro Jesús
Madre del Nazareno
Madre de los moraos
de los moraos y aguileños.
¡Costalero! el martillo manda; uno, dos, tres.
Rodillas al suelo que ya sale,
que quiere salir,
que el dolor oprime su pecho
y el cielo espera su mirada,
su anhelo y su bien.
Ése, espera también su consuelo.
Despacio, despacio, gira delante
y atrás "paraos"
Que la niña de mis ojos me "tié namorao"
Arriba, arriba con ella
hasta el cielo, hasta las estrellas
que viene la curva del Perula
que por ella va a pasar
y lleva la vista tan alta
como la morcilla el costalero apretá.
Sus lágrimas duelen por dentro
como el costal aprieta el madero.
Madero, vidrio y cristal
La madre de Dios.
¡A cielo! que es Viernes Santo
¡A cielo! que es mi dolor
¡A cielo! ¡A ésta es!
El dolor se esconde
mientras el corazón se encoje.
Lágrimas, sudor y sangre.
La voz rota en saeta
y bajo palio,
bajo palio, Tú, costalero.
Madero, vidrio y cristal.
La madre de todos los tiempos
calla su dolor en la madrugá.
De rodillas y avante
que quiere entrar
y su dolor abandonar.
Su bien, los hombres han profanado.
Su bien, los hombres han matado
¡Adentro con ella!
que su cara dolor refleja
¡Adentro con ella!
que ahogue su dolor, su pena.
¡Costalero! el martillo manda: uno, dos, tres.
Abajo, despacio y para dentro.
Guardad ese dolor,
que el calvario viene en sufrimiento
y vuestra, porque es vuestra,
María Santísima de la Soledad
Santa y compaña del costalero
para que se encuentre acompañá.
Esta prosa versada, como diría un amigo mío, es una petición de mi compañero Mateo Miras para su cofradía Aguileña, así que se la dedico con todo mis respetos a tan insigne cofradía que en honor a la verdad me ha impresionado después de ver sus vídeos y más aún cuando he cogido los apuntes de viva voz de mi amigo y compi Mateo. Espero de todo corazón que te guste Mateo y que los costaleros puedan disfrutar de ella tanto como yo he disfrutado de ver y sentir su esfuerzo y dolor. Suerte en vuestro recorrido.
La esencia de esa semana tan especial y todo lo que la rodea rezuma en tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fui costalero durante unos años, más por obligación que por devoción. Hablo de los años 80 cuando la Semana Santa estuvo a punto de irse al garete en Granada, una serie de gente buscando a familiares y amigos junto con ayudas que aportaron desde Sevilla algunas cofradías se sacaron los pasos.
ResponderEliminarSaludos
Te ha salido casi un pregón de Semana Santa, tocayo. Eres un fenómeno.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Bravo! Leyendo tu poema, me he sentido dentro de esa cofradía sintiendo el esfuerzo y la emoción de tan intensos momentos. Un abrazo
ResponderEliminarPaco, has conseguido transmitirnos la esencia de ese acto de fe que consiste en cargar con un paso en Semana Santa.Independientemente de la fe de cada uno, el poema rezuma pasión y es tan creíble que llega a emocionar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un gran abrazo desde Madrid, amigo Paco. Hondamente sentido y auténtico este poema tuyo. Felicidades!
ResponderEliminarPese a no ser de pasos y procesiones, siempre me emociono con ellas...
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