La lluvia va dilatando las horas,
mientras su reflejo
va quedando en el cristal impregnado.
Las pupilas cuentan, una a una,
los mojados sentimientos.
El letargo se hace ignominia
y el encierro obligado.
¿Dónde la verdad es arado?
¿Cuando las heridas abiertas
nos hacen más daño?
¿Porqué la lluvia sigue siendo,
de la nostalgia, la vil aliada?
Cristal y ventana.
Gris plomizo que se abre
mostrando las entrañas.
Y lloro por mi,
y siento por ti.
Mientras lo dejado
fue cubriendo el camino
de musgo y barro,
de verde musgo y fangoso barro.
Y ahora que no estás
vuelve la lluvia a mis ventanas
vuelve a mi alma cercenada
vuelve, sólo vuelve, ya sin nada.
Lluvia que viene con recuerdos amargos y una gran carga de nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.
La nostalgia de la ausencia y la monotonía llorosa de la lluvia parecen unificarse en un solo sentimiento. ¡Muy logrado, Paco!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
"Y lloro por mi,
ResponderEliminary siento por ti."
Ay esa lluvia traicionera que no sólo riega los campos sino también los corazones solitarios.Es inevitable el relacionar la lluvia con la nostalgia , Paco.
Un poema para leer tra el cristal mientras llueve.
Abrazos.
La lluvia, siempre evocadora y sugerente. Que ella arrastre los males de estos tiempos; que la luz sea contigo en el año que asoma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
El agua limpia y purifica, lava heridas, míralo por ese lado.
ResponderEliminarFeliz Año Paco, muchos besos.
A mí me gusta la lluvia, me hace sentirme más limpia, y me ayuda a sentirme en paz. Me gusto tu entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarSé que hay sol después de la lluvia. Sé que hay buenos momentos después del dolor. Por eso lo que podemos hacer cuando cae la lluvia, es dejarla caer.
ResponderEliminarCariños.....