Solo fui entrega, ¿Cuando te perdí?
la vergüenza marcada en tu piel
es locura de celos,
mientes cuando me miras
y mientes cuando me amas.
Te descubres fingiendo
y tus ojos te inculpan, te delatan.
que lo intentes, desvela esta tortura:
tan cerca y no tenerte,
tan cerca y no abrazarte.
Sabor cruel, mi locura
atestigua el tormento, mi amargura.
Me revelo prendido en los deseos,
en los sueños vedados:
ser esclavo y no tenerte a mi lado,
ser marido y no amante.
De tus ojos traidores confidente
las entrañas abrasan mi razón
te perdí sin saberlo,
es mi pena, mi pesar, mi tormento.
Doloroso lamento de un amor que se acaba y que poetizas de forma hermosa.
ResponderEliminarUn abrazo grande,
Eva.
El dolor de la cruda realidad recorre tus versos de una manera sencilla y profunda.
ResponderEliminarCariños....
Muy real tu poema, hay casos en que lamentablemente se vive una "doble vida" . Debe ser muy triste vivir así. UN ABRAZO!!
ResponderEliminarPues yo me he perdido tus últimas entradas, por lo que hoy he disfrutado de un rato de sentimiento, humor, pasión y gran literatura. Un abrazo
ResponderEliminarEse Amor que, poco a poco, se va filtrando por los huecos del vacío kárstico de la soledad y la indiferencia.
ResponderEliminarComos siempre, un gusto leerte.
Abrazos.
Un amor así es un tormento, no merece la pena ni compensa.
ResponderEliminarBesos Paco.
El amor es ungüento para las heridas, pero a veces es el causante de las mismas. No tienen secretos para ti los versos, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay nostalgia en estos versos Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una gran pérdida que quizás no era la mejor ganancia....
ResponderEliminarGrandes versos amigo. Te envío un beso.
Suele ser sin saberlo como se pierde lo más valioso.
ResponderEliminarAbrazos