La obscuridad de la noche te atrapa para mostrarte otro mundo muy diferente. Mis letras lo harán para darte fuerza y poder vivirla. Disfruta ambas.
domingo, 10 de marzo de 2013
Carlitos bota bota - Parte I -
Carlitos bota bota, siempre tan dicharachero, iba caminando
bota que bota por los caminos, sus amigos se reían cuando
le veían siempre bota que bota.
- ¿Porqué estás siempre bota que te bota, salta que salta
saltando? - le preguntaban cada vez que por su lado pasaban.
Y siempre obtenían la misma respuesta de Carlitos bota bota
- A la Luna quiero llegar para estar toda la noche mirando las
estrellas y en su regazo soñar y, si puedo, una estrella me he
de traer, para que mi vida pueda iluminar.
Y entonces todos se reían y reían, pero Carlitos bota bota,
su camino seguía, sin importarle lo que sus amigos decían.
Carlitos bota bota, un día subió al tejado de su casa y cuando
se hizo de noche estaba bota que te bota y cuando botaba
su mano muy estirada iba alargando, en uno de sus saltos,
la Luna de nácar parecía estar a su lado.
La Luna plateada vio como el niño Carlitos bota bota cada
vez su mano mas cerca le iba acercando y, madre como es
mi luna de nácar, le preguntó:
-Niño que estás bota que te bota ¿porqué quieres saltar
tan alto?
-Hola Luna de nácar. soy Carlitos bota bota, me llaman así
porque siempre estoy salta que te salta para poder
llegar a ti, Luna plateada y que me cojas en tu regazo, que en
tu regazo quiero estar madre Luna, para poder ver de
cerca las estrellas y su brillo robar.
-Lleva cuidado Carlitos bota bota, muy alto estás volando
y si te caes mucho daño te puedes hacer. Le dijo la
Luna de nácar y plata, mirándole con mucho cariño.
Pero Carlitos bota bota no hacia caso y cada vez su
salto era más alto y su mano más alargada y cada vez
su luna madre de nácar estaba más cerca y la tierra
bajo sus pies más alejada.
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Una verdadera hermosura de cuento, pretendiendo llegar al regazo de la Luna para observar las Estrellas y, si es posible, traer una para iluminar su existencia.
ResponderEliminarEs una delicia siempre pasear por tu Espacio. Este Domingo huele y sabe mejor después de haber leído esta Historia Fantástica.
Espero la parte II.
Abrazos.
Amigo Paco: Eres un gran cuentista.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
Un cuento tierno donde los haya, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Que dulce niño y encantadora historia. Siempre aprendemos algo de los niños, porque ellos son auténticos... A veces me pregunto si realmente crecemos o nos vamos achicando... Esperaré curiosa su desenlace pero ya lo leido me deja un dulce sabor.. Un beso amigo.
ResponderEliminarun cuento precioso, algun dia llegara a la luna y se sentara en su regazo. un beso
ResponderEliminarNadie tiene que quitarte tus sueños, para eso son tuyos, no son los de los demás, esos que los cumplan ellos.
ResponderEliminarBuena semana Paco, besos mil!
Paco, has escrito un bonito cuento mágico, siempre te había leído poemas, y veo que también sabes escribes cuentos.
ResponderEliminarUn beso.
Es un cuento precioso,pero con moralejas varias...
ResponderEliminarNo hay que cejar en los empeños,pero tampoco hay que aspirar a subir demasiado alto...
O así creo entenderlo yo,claro.
:)
Besos.
Amigo Paco, dominas todos los estilos, ¿eh?, cuento, poesía, novela... Enhorabuena por tus últimas entradas que hoy he estado leyendo y son magníficas. Un abrazo. Nos vemos el miércoles
ResponderEliminarLo mismito les dijeron a los del Apolo XI, y allá que se fueron, bota que bota. Hay que intentarlo, siempre. Un abrazo
ResponderEliminarHermosa historia que nos lleva a reflexionar las veces que nos alejamos de lo real... ¿ pero que es lo real? creo que muchos saltamos y siempre queremos extender la mano para alcanzar la luna nácar; algún día dentro de la hermosa utopíaque abrazamos pienso que lo haremos aunque la tierra nos quede lejos de nuestros pies,entonces la llevaremos en el alma.
ResponderEliminarUn abrazo, un placer volverte a leer.
tierna historia con dejos de nostalgia y moraleja como las fábulas que de nena leía
ResponderEliminarabrazos PACO, ten una semana preciosa
Me ha encantado porque tiene ese regusto del cuento que se nos contaba de niños.
ResponderEliminarUn diez, amigo Kali.
Saludos.