Hoy ya no he podido más: he sentido como mi cuerpo
ha cedido a la desesperación y, desvencijado, me he
dirigido a la farmacia.
- Buenas tardes: Usted dirá - me pregunta el farmacéutico
ataviado con su bata blanca.
- Quisiera algún tipo de preparado contra: La prima de riesgo,
los políticos corruptos, Ladrones de guante blanco, sindicatos
sospechosos "de", empresarios que hacen facturas falsas y ....
- !Vale, vale! sé lo que me pide, pero ha entrado al local equivocado...
lo que usted quiere sólo puede encontrarlo ahí enfrente- me indica
señalando con el dedo una agencia de viajes.
- ¿Pero . . .? - le digo al facultativo con cara de asombro.
- Sí, hijo, ¡Los imposibles son cosa de Lourdes!
¡Bravo!
ResponderEliminarAy, Paco, ¡la que tenemos encima!
Un beso bien grandote.
Ironia y Sarcasmo ante tanto desmán.
ResponderEliminarLa Ironía y el Sarcasmo es lo que peor llevan esta clase de gente.
Muy buen Post.
Abrazos.
Nuevo relato breve y con ese toque de humor tan tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso no lo arregla ni Dios.
ResponderEliminarSaludos
Falta gente buena entre los políticos y cargos varios.
ResponderEliminarSaludos
No es imposible, Paco. Lo importante sería que fuéramos mayoría los que entráramos a es farmacia pidiendo los mismos remedios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa solución ya la tiene prevista la ministra de trabajo, Fátima Báñez, que pretende sacarnos de la crisis rezándole a la Virgen del Rocio (ver enlace).
ResponderEliminarSaludos.
Lo de estos no lo soluciona ya ni Lourdes. Habrá que aguantar la marea hasta las próximas elecciones.Entonces veremos si hemos aprendido algo de tanta ineptitud y de tanta chulería política.
ResponderEliminarSaludos Paco.