Saber que te va a hacer daño no te prepara para afrontarlo.
Solo con amor no puedes; añádele sinceridad y no tendrá fin.
Si vuelves por la angustia de la soledad, o la congoja de la pérdida, te volverás a ir.
Me haces gracia pero no insistas porque me cabrearás.
Todos los atardeceres tienen sus estrellas, solo tienes que mirar para ver.
Que bonito cuando me miras al descuido. Me sonrojo.
Si abres esa puerta hacia dentro hazlo despacio para no despertarme.
La tristeza me reclama una conversación pendiente, que espere.
La vida es una amiga para compartir, sola no tiene sentido.
Hoy no me encuentro, volveré mañana a ver si aparezco en el resquicio de algún recuerdo.
No llames a mi puerta, ya no estoy.
El silencio y el secreto son señales de un corazón robado.
Cuando me miras desnudas mi mente: no puedo engañarte.
Aún no estoy preparado, ya volveré mañana si encuentro la salida para entrar.
Con frecuencia, la mirada es más creíble que las palabras.
ResponderEliminarSaludos.